¡Diablito al Tesla! Cuando las “chicanadas” se vuelven incendios: un cuento de Tijuana
- accesosexperto
- 15 oct 2024
- 2 Min. de lectura
Imagínate que es lunes, 5 de agosto de 2024, y decides que hoy es el día perfecto para darle una buena carga a tu Tesla... directo de un poste de luz en plena calle de Tijuana. Total, ¿qué puede salir mal, verdad? Pues, como descubriría este intrépido conductor, ¡bastante!
Este incidente se dio en la colonia Lázaro Cárdenas, y con un poco de ingenio, y una pizca de ilegalidad, el dueño de este auto eléctrico de lujo lo conectó a un poste de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) con un “diablito” casero. Para los que no estén familiarizados, en México un “diablito” es esa conexión de dudosa moralidad (y legalidad) que, básicamente, te permite robarte la luz. Y claro, no es precisamente lo que Tesla recomienda en su manual de usuario.
¿El resultado? La carga improvisada desencadenó un cortocircuito que terminó en llamas. No solo el Tesla sufrió las consecuencias, sino también la casa vecina, que ardió junto al auto. Afortunadamente, nadie salió herido, ya que la casa estaba vacía en el momento, pero los bomberos de Tijuana se encontraron ante un reto poco común: apagar un incendio de un auto eléctrico que requiere toneladas de agua y procedimientos especiales para sofocar las llamas.
Por si te preguntabas, este tipo de incendio no es tan frecuente: solo en 2021, de los 189,500 incendios vehiculares en Estados Unidos, menos del 1% involucró autos eléctricos, que requieren una atención y equipo específico por el riesgo de sus baterías.
El susto no terminó ahí. ¿Te imaginas estar en tu casa cuando de repente el vecino te dice: “oye, es que mi Tesla está quemándose y, por cierto, tu casa también”? Así es, todo por ahorrarse unos pesos en la carga del auto.
Reflexión final: Aunque la anécdota pueda sacar una sonrisa, el mensaje es claro. Si tienes un auto eléctrico, mejor cárgalo como corresponde y evita poner en peligro tu Tesla, tu casa, y a todos a tu alrededor. Porque no hay nada más peligroso que un “diablito” juguetón que, en lugar de darte energía gratis, termine por convertir tu coche en una barbacoa inesperada.
Entonces, la próxima vez que se te pase por la mente un atajo "creativo" para cargar tu vehículo eléctrico, ¡piénsalo dos veces! A menos, claro, que quieras ser el protagonista de la próxima historia que veamos en los titulares. Soy tu amigo Edgar Sañez Experto en Siniestros, siguete cuidado!




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