Se abre otro socavón en LA ZMG; vecinos ya hasta le pusieron nombre
- accesosexperto
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Pues otra vez. Durante la madrugada del martes 8 de julio se abrió un socavón en el cruce de Privada Misioneros y Frailes, en la colonia La Duraznera, en Tlaquepaque. Un hoyo más que se suma a la colección del Área Metropolitana de Guadalajara, como si fueran pokemones, pero con drenaje colapsado.
Los vecinos, ya con más susto que sueño, avisaron a las autoridades por miedo a que sus casas se vayan en paquete con el agujero. “Nomás escuchamos cómo tronaba la tierra”, dijeron algunos. Y cómo no, si se les estaba yendo el suelo—literal—de las manos.
Este nuevo hundimiento es el segundo en menos de cinco días. El primero fue el viernes 4 de julio en la colonia El Bethel, en Tonalá, donde se abrió un boquete de 20 metros de largo por cuatro de profundidad. ¿La causa? Una falla súbita en el drenaje. Lo súbito es que aún haya gente sorprendida.
Vecinos de La Duraznera contaron a EL INFORMADOR que llevan tres años reportando al SIAPA el problema. “Venían, lo tapaban con tierrita y al siguiente temporal, ahí estaba otra vez. Como ex tóxico: uno cree que ya se fue, pero no.”
Según los mismos vecinos, el SIAPA al fin decidió ponerse serio la semana pasada. Iniciaron obras “profundas”, pero nomás se abrió el otro socavón en El Bethel y se desaparecieron sin decir agua va. Dejaron el hoyo a cielo abierto, como quien deja el refri sin cerrar y se va de vacaciones.
Ya más formales, el SIAPA publicó en redes que las lluvias les están “limitando los trabajos”. Básicamente, están esperando a que pare de llover en julio… en Guadalajara.
Aseguran que ya habían empezado los trabajos desde el 4 de julio, y que la obra sigue en pie: tienen que reemplazar unos 42 metros del colector. Pero todo depende del clima. Si no llueve, avanzan. Si llueve, pues Dios dirá.

La causa del hundimiento, según el SIAPA, fue una fuga en dos tomas de agua que fue lavando el terreno hasta que el colector de 48 pulgadas se rindió. Como muchos empleados: erosionado, colapsado y sin que nadie lo pelara a tiempo.
Por ahora, el personal sigue trabajando en la zona… y los vecinos siguen rezando que el socavón no se trague algo más. Porque si sigue así, lo próximo que se abre no va a ser el suelo, sino una demanda.
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